Efesios 4:1–15
1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor;
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
4 Un cuerpo, y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación;
5 un Señor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros.
7 Pero a cada uno de nosotros dada fue la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
8 Por lo cual dice:Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los cautivos,y dio dones a los hombres.
9 (Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo).
11 Y él mismo constituyó a unos apóstoles; y a otros, profetas; y a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros;
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, a saber,Cristo
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